Algún tiempo atrás, tuve la enorme suerte de recorrer la ciudad de Roma, guiado por Víctor Raúl Haya de la Torre, circunstancia en la que pude conocer una antigua admonición que daba cuenta de la “modernización”, pretendida sobre testimonios de la historia antiguos.
 

 
Algún tiempo atrás, tuve la enorme suerte de recorrer la ciudad de Roma, guiado por Víctor Raúl Haya de la Torre, circunstancia en la que pude conocer una antigua admonición que daba cuenta de la “modernización”, pretendida sobre testimonios de la historia antiguos.
 
Es decir, cuando llegaban los bárbaros a las puertas de la antigua e histórica ciudad de Roma, era tal el respeto que se tenía sobre las obras de las personas que habían vivido en la urbe en tiempos antiguos, que dejaban sus armas fuera de los muros de la urbe, a la que respetaban en su integridad y hasta en el último de los detalles. Las cosas cambiaron cuando los elegantes, civilizados, modernos Barberini iniciaron su labor de “modernización” de la ciudad. Algo así me paso con el alcalde de Ate quien sostuvo que me estaba oponiendo a la modernización de la avenida Javier Prado…
 
Es el mismo criterio de”Greenpeace” al colocar carteles con las que se anuncia el grave peligro en el que se encuentra la humanidad toda por el fenómeno del recalentamiento global.
 
Claro está, modernamente equipados con gruesas suelas de zapatos que han hundido las muestras de hematita que abundan en  el suelo de la Pampa Colorada, haciendo subir a la superficie las partículas de amarilla limonita y cambiando para siempre la imagen de la antigua planicie en la que los artistas del Período Intermedio Temprano dejaron testimonios de sus capacidades estéticas.
 
¿Porqué no hay en todo el entorno letreros que anuncien el factor de intangibilidad de esta maravillosa prueba de las condiciones morales de los antiguos peruanos? ¿Qué impide la existencia de uno o más puestos de vigilancia? 
 
¿Pero acaso no es también el grave proceder con Chan Chan, invadida en un 50% de su extensión, tal como se reconoce con Resolución Suprema de 1966? A lo mejor se pretenden tener menos patrimonio arqueológico, así hay menos responsabilidad y menos preocupación ¿Verdad?          
 
Francisco E. Iriarte Brenner
Jefe de la División de Patrimonio Cultural